como si una fotografía solucionara la muerte
la detuviera
o acaso me diera el recuerdo inmutable e infinito de ese ser
fotografié, imaginariamente, a mi abuelo
en sus últimas respiraciones
con una cámara construida por mis manos.
con unos ojos anonadados
que contemplaban
como esa persona
-mi persona preferida de este mundo,
y ahora, mi persona preferida de otro mundo-
moría
simple y conscientemente
ante mi.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario