martes, 18 de octubre de 2011

construir un hilo conductor entre espacios‏

cadena de mails del 13 de octubre:

Maia:(en Bariloche)
tengo un insomnio tremendo

y para no seguir pensando en cosas poco convenientes
propongo:
que cada uno describa el espacio físico en el cual se encuentra al momento de leer el mail
y así unir lo virtual con lo material de algun modo.
pienso en las múltiples posibilidades brindadas por los aparatejos-pc, laptop, celulares etc?- y brindadas por sus narradores-¿detallistas, concretos, aburridos, excéntricos...?-.

lo mio sería así:

enfrente y algo arriba, atravezando la pc, sé que está el cerro Catedral sin nieve esquiable(?) ya, y sus aerosillas quietas.
a la izquierda, abajo: lucecitas amarillas, un lago frio, y un poco más allá, la ruta que va al Bolsón.
dos metros a mi derecha, una pared de madera y un rayo de luna llena que entra.
atrás, y más allá de la puerta, el pasillo, y mi madre durmiendo, está el cerro Otto.

Valeria:(en Almagro)
ojos a media asta.
tuve un sueño rarísimo.
uno de caminos llenos de arboles interminables
aparecía una compañera de trabajo,y corríamos, mal síntoma?
8 de la mañana y yo despierta tomando un mate frente a la compu
un hecho inédito
hoy tengo una hora mas
no leo Clarín, ni La Nación, ni Pagina sino mis mails donde la noticia de hoy es el insomnio de maia
que chico mi mundo,
afuera una mañana gris, tan gris como para volver a la cama, hundirse en las sabanas y no saber nada del mundo
menos del grupo mu, savransky y toda esa gente
es muy temprano para pensar en el icono
muy temprano
retumban los martillazos de la clase obrera

Tito: (en San Fernando)

Todavía existe esperanza>la solución para los problemas de la vida>Enrique Chaij>Edición internacional 10 millones de ejemplares vendidos. Y junto al libro, un volante. “Certezas bíblicas para vivir mejor>Granix (foto de mujer castaña, tez blanca, ojos verde, un poco extravagante aunque no fea, más bien dientona).

El título es prometedor, no le pide nada al cuerpo. “La solución para los problemas de la vida” ¿sólo 10 millones de copias vendida?, pienso. Cientos de miles de millones deberían haberse vendido, una, dos o tres en cada biblioteca, en cada escuela, en cada casa de familia. Pero No. No no, no creo, lo que los libros hacen al hombre es desgraciarle la vida, recordé a Arlt. Y es cierto, pacientes ojos que me leen, que seguramente mucho han leído (muchos habrán interrumpido lecturas) y su vida será, al menos, tan desgraciada como la mía. La solución no está en los libros, más que la solución del propio autor que huye, como esa mano que escribió insomne sobre un cerro que no existe a las tres de la mañana. Pero luego otra solución, la mano que sostiene un mate a las 8 de la mañana frente a la pantalla, y aquí otra, y luego otra, y otra, otra más. Entonces, pienso, no estamos solos. La primera certeza del día.

Vero:(en Colegiales)

sentada frente a una computadora blanca que me hace doler los ojos mientras escucho un grooveshark que planifiqué cuidadosamente al llegar al trabajo PRIMERA. lo único que me gusta de llegar temprano es poder elegir la música que se va a escuchar en las primeras 2 horas (por lo menos).
A mi izquierda hay 2 personas hablando de cosas que no quiero escuchar porque prefiero (por ahora) mi música.
Los escucho decir palabras como: disfrutar / canvas / photoshop / capas / agrandar la madera / ta bien... / doble click / chicharras.
A mi derecha tengo una cocina y una heladera con chocotorta que sobró de mi cumpleaños. La sóla presencia de esa chocotorta me hace no poder trabajar tranquila. Quiero estar en mi casa con mi grooveshark, kiwi (mi perra) y la chocotorta. Mi chocotorta tiene doble relleno y mitad de galletitas. No es una chocotorta careta. Tiene sólo lo que importa.


Nico:(en microcentro?)

la pared está más blanca que nunca y es enorme. pared es un decir porque es de durlock y no de ladrillos y ya esa falla habla mucho, de la pared, del lugar y de lo que siento
a mi derecha un australiano leyendo algo de la bbc, un portal de internet, en su máquina
a mi izquierda mi mate y una planta nueva que me acompaña hoy
escibo con un teclado adosado a una compu negra
hace una linda musiquita a medida que avanzo
la alfombra es gris como el aire en esta oficina
debajo del escritorio hay un tacho de basura de alambres finos con una bolsa también gris.

Isa:(en Palermo)
A 1620 km de distancia me proponen replantearme ejercer atención. Hace más de una hora que estoy despierta y hasta el momento
no me había interesado en observar detenidamente el alrededor.
Pared, sillón, almohadón, epidermis, dermis, hipodermis, huesos, carne, venas, sangre, órganos, dios interior....misterio.
Rombos en el piso del cuarto hacia adelante, en la esquina el bar, la plaza y hacia el norte el calor. Los ruidos de la ciudad denotan que las casas mutan en torres y remito al arcano XVI del tarot "La maison Dieu" donde la torre es = transformación = crisis.
Desorden y belleza a mis alrededores y una bastante bien lograda paz interna, que seguramente con el pasar del día se irá transformando en des-ilusión para llegar nuevamente a Maia.


Tom:(en Villa Pueyrredón)
Amanece Villa Pueyrredón como mi barrio, como mi lío interno. El 114 sigue como toda la noche empeñado en pasar a toda velocidad por la calle López. No vi al limonero pero sé que está ahí. Yogurt y avena. Piso de madera y los fabulosos 4 se repiten por varios lugares. La necesidad de melodía llevó al Trío Melchaka a susurrarme desde los parlantes una melodía que se llama Paté. Mientras abrazarse a uno para no tener frío y saber que afuera no debe haber sol porque adentro hace frío con alpargatas.

Henry:(en San Isidro)

Adelante está el edificio nuevo que es mi flamante horizonte. No conozco a los vecinos, pero los observo como el personaje de La Ventana Indiscreta de Alfred Hitchcock; es entonces que creo conocerlos. De alguna manera mis ojos centran su atención en este horizonte de cemento que contiene vida humana. Por suerte la naturaleza que araña las piedras no se da por vencida y lo cubre de a poco con un manto verde. Desde mi escritorio el infinito es el cielo; hoy está nublado por cierto. Si observo con más cuidado entiendo que al edificio, al verde y al cielo los separan unos bastones de un blanco opaco y de está manera sub-dividen mi vista en en varios cuadros verticales. Son las rejas de hierro que besan mi ventana; son mi protección y encierro. Por el grosor y estado de abandono estas podrían ser las mismas de un penal como el de Caseros; si es que todavía sigue en pie; la verdad nunca me detengo en eso. Entiendo una verdad; en el espacio donde pulso las teclas de esta computadora estoy encerrado; de la misma manera que cuando navego por el internet con una libertad ficticia adorando al google, al firefox y al hotmail.

Lo concreto es que me despojaron del horizonte pero no del cielo. Todavía veo el cielo, no me molesta que la luz refleje en mis ojos y haga más ardua la tarea de visualizar la pantalla.

PD: Este escritorio que perteneció a mi tía abuela seguramente sea el lugar que elejí para que mi computadora muera. Ya le escribí su destino. Hace años no se mueve; repite letras; desconoce órdenes; me niega el sonido digno de la música y la mágia de los videos. Todo le cuesta, como le costaba a mi abuela subir las escaleras. Sé que en cualquier momento se apagan mis letras; que de alguna manera le pertenecen.

Muriel:(en Once)
En un escritorio de fibrofácil superpoblado, la computadorita negra aplasta un apunte que sobresale por debajo de ella. Unos centímetros más atrás, dos pilas de más apuntes, una para cada materia. Papeles, botellitas de agua vacías, dos latas de choclo vacías que esperan ser recicladas, una latita "del turista" con un cogollo que viajó desde Epuyén hasta Lu y se perdió acá. Mate y termo. Una lámpara que se asoma hasta arriba de lo que leo. ¿Este es el paisaje que me depara el resto del día?
A mi espalda, en su cuarto, mi hermana. A mi costado, en el cuartito de la costura, duermen el flaco y tilde, que están de paso por la ciudad.
En frente, una ventana que da a otro espacio cerrado, pero menos cerrado que el mío.
Sobre mí, un saco de lana. Está fresco para manga tres cuartos, y con el saco hace calor.

Lu:(en La Lucila)
También. Los textos del día anterior quedaron abiertos a la mitad, intactos, abandonados.
A mi alrededor, polvo y cajas de mudanza. Si, todavía. Piden a gritos ser retomados y aunque sea, recordados.
"Loquiiiii... seguís durmiendo?" me pregunta mi hermano, que no soporta la posibilidad de otro ritmo de vida.
Jueves, día en que me actualizo con las chicas, pero hoy Maia está lejos, físicamente.
En su reemplazo, hoy lo veo en la facultad. Ayer nos besamos.
Boom! scrashhh!, escucho un accidente. Me asomo por la ventana y veo: un pibe se cayo de la moto, por suerte es sólo un rasjuño.
Un tropezón no es caída.

Em:(en San Cristobal)
de vez en cuando me sucede esto de levantarme (tras posponer durante dos horas la alarma del despertador) y ver que muchas personas ya están organizadas o activas en torno a algo, y yo recién tratando de pensar qué día es, qué tengo que hacer. ayer dejé plantada por primera vez en la vida a una persona "muy importante" (quiero decir, nada de amigues, se trataba de algo serio) y esa pregunta adquiere otra significación.
también de vez en cuando suele aparecer algún cuestionario de mai del tipo, que me devuelve una pregunta que reclama elección: ¿qué quiero? ¿vivir alegremente o tristemente? quiero decir, en algún punto, las preguntas de mai me obligan a preguntarme: ¿será que quiero decir: "qué hincha pelotas, no tengo tiempo ahora" -ahhh, el tiempo, gran obsesión tenemos por el tiempo-, o más bien "qué divertido, vamos a hacer algo que me dé placer?" (actitud de vida elemental si a lo que se aspira es a aumentar la capacidad de obrar, si se funda en un principio artístico-político).
mi día empieza con esos pensamientos, ésa es la materialidad que da forma a mi existencia de hoy, a la disposición de mi cuerpo y la interacción con el mundo. ¿el resto? un poco de ruido de autos, abrí la ventana para ventilar y sacar un poco el olor a fumata que hay desde hace un par de días en mi pieza. también, un poco de nacho vega que viene del cuarto de al lado (mi hermano se encarga de musicalizar gran parte del día). hoy no hace frío, no tanto como ayer, así que estoy en remera (la tres cuartos que a muri le resultaba insuficiente, posiblemente estuviera bien para mí). un termo, un mate con miel ideal para el primer mate del día, algunos caramelos media hora desaparramados sobre el escritorio, chicles y d.r.f. de anís (que hacía mucho no comía), otro mate de varios días atrás, una taza que contuvo kefir y cereales minutos atrás. también, mi cajita de tabaco, los filtros y papeles que quedaron desparramados de la noche anterior, que aun estando tan a la mano no me interpelan: es muy "temprano" para fumar. (¿será?)
también, una listita de todo lo que tenía que hacer en cuanto me levantara (en particular, tareas facultativamente burocráticas) porque últimamente estoy dispersa y me olvido de lo que tengo que hacer, y un texto a medio leer que está ahí hace dos o tres días (probablemente sólo para recordarme que "tengo que" leer cosas).

Santiago:(en Montevideo)

Hace un rato me estaba paseando por el cuarto y se me ocurrió de golpe que lo veía por primera vez. Hay dos catres, sillas despatarradas y sin asiento, diarios tostados de sol, viejos de meses, clavados en la ventana en lugar de los vidrios.
Me paseaba con medio cuerpo desnudo, aburrido de estar tirado, desde mediodía, soplando el maldito calor que junta el techo y que ahora, siempre en las tardes, derrama adentro de la pieza. Caminaba con las manos atrás, oyendo golpear las zapatillas en las baldosas, oliéndome alternativamente cada una de las axilas. Movía la cabeza de un lado a otro, aspirando, y esto me hacía crecer, yo lo sentía, una mueca de asco en la cara. La barbilla, sin afeitar, me rozaba los hombros.

Vic:(en Barracas)

Uf, termina de irse el flete, el que trajo a mi nueva casa cosas dejadas en una casa anterior a las 3 anteriores.
Estoy con mi computadora de escritorio, en mi escritorio de vidrio, las tarjetas personales llegaron hace media hora, están acá, sobre el vidrio, dicen: fotógrafa, realizadora visual...
A mi izquierda el vaso vacío de la ensalada de frutas, comprada ya hecha, que ya me comí.
Unos papeles con presupuestos y facturas a pagar me recuerdan el porque de la responsabilidad en la vida de un adulto.
Atrás mío, el sillon bordó, con Juan, mi pareja, sentado ahí escribiendo en twitter que se yo qué.
Sigo mirando y veo mis 2 cámaras de foto, mi teleobjetivo y un libro de la galería Gotardo, todos bien desparramados a mi derecha...

SI!


Santiago:(en Córdoba)

En Cordoba , vine a un congreso por trabajo, iba a exponer y no me dejaron por FALTA DE TIEMPO.estoy en un ciber del centro de rio cuarto, revisando lo que dejè en bs as. este ciber parecen los viejos ciber populosos donde se juntaban en por ejemplo la zona de congreso un pajero, tres niños jugando un juego en red, un dark, un loco chateador y un viejo fumador compulsivo



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